Favorito de quienes tienen todos los sentidos muy entrenados, y no sólo el paladar.
Porque su máxima calidad y pureza se traduce en sabor y salud.
Porque no somos un aceite de usar y tirar, sino de admirar y rellenar.
Las características de esta comarca (con una pendiente media superior del 15% y con una proporción equilibrada de olivar en secano y regadío) y de la propia recolección (escasa, exquisita y tempranera) convierten a Sagaz en un AOVE de calidad premium.
Están hechos con afecto por lo que significa y lo que aspira a significar: un producto gourmet que haga abrir los ojos por su estética y provoque cerrarlos por su sabor.
Algo mucho más importante que rociar oro líquido sobre un alimento. Amamos la cultura del olivo, del aceite, de la tierra y la familia. Todo lo que pasa alrededor de una mesa, en el poyete de una cocina y en la estantería de un comercio. Amamos cuidar a fuego lento cualquier tipo de detalle. Porque la belleza está en todas partes y no sólo en el interior.
Una empresa familiar responsable en todos los sentidos, tanto en la gestión, como en la producción y la comercialización. Una marca que cumpla escrupulosamente con todos los parámetros de calidad y excelencia. Un AOVE digno de la tierra de donde sale y del bolsillo de quien lo compra.
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